Aprovechando los días libres del puente de diciembre decidimos hacer una escapada a Segóbriga y los alrededores, en la provincia de Cuenca.
Llevamos años pasando por el cartel de la A-3 a la altura de Saelices y diciendo: A ver si vamos. Pues al final hemos ido, jeje.
La primera parada que hicimos, y desde donde podéis empezar la ruta, es Huerta de la Obispalía. En lo alto del pueblo podemos ver su iglesia y una fortificación casi en ruinas.
Sinceramente podéis dejar este lugar y, si no lo conocéis, acercaros al monasterio de Uclés, que le llaman El Escorial de La Mancha.
Continuamos hacia Saelices, que es el municipio donde se encuentra el Parque Arqueológico de Segóbriga. Está bien indicado desde la A-3 no hay pérdida.
Cuando llegáis encontráis un aparcamiento bastante grande con máquinas de refrescos, parque infantil y merendero, por lo que podéis aprovechar para comer al finalizar la visita.
Al entrar tenemos la taquilla (hay varios tipos de entrada, consultar en la web) y el museo, dónde podremos ver piezas que han encontrado en las excavaciones y un vídeo explicativo que nos meterá en situación antes de recorrer el recinto. Tuvimos la oportunidad de hacer una visita guiada gratuita, el guía que se llamaba Miguel, lo hizo fenomenal. El área es impresionante y está muy bien conservado. Lógicamente hay áreas que están restringidas por seguridad y conservación, pero prácticamente puedes visitar todas las zonas.
Os recomendamos llevar zapato cómodo y si vais con calor una gorra y agua. El tiempo de visita estimado es entre 1 hora y media y 3 horas.
Tras la agradable visita y una comida reconfortante seguimos la ruta hacia Puebla de Almenara, donde visitamos su castillo en ruinas. Para llegar tenéis que seguir las indicaciones del castillo a la entrada del pueblo y posteriormente las de «Casa Rural la Ermita» y dejarla atrás. Continuaréis hasta una especie de central eólica y allí tenéis que andar. No es mucho (el camino que se ve en la primera foto) y pasear por las ruinas merece la pena.
La siguiente parada fue en Villaescusa de Haro. Podéis dar un paseo por sus calles.
Muy cerquita se encuentra Belmonte, con su majestuoso castillo, muralla y centro histórico. El castillo es privado pero se puede visitar. No os olvidéis de dar un paseo por sus calles.
La última parada prevista era Mota del Cuervo y sus molinos de viento. La verdad es que disfrutamos de un atardecer precioso.
De vuelta a casa, y como parada improvisada, pasamos por la Plaza Mayor de Ocaña (Toledo), que lucía así de bonita.
¿Os ha gustado? Esperamos que sí 🙂
Un abrazo,
AA y JC