Èze, junto a Saint-Paul-de-Vence, sin duda son dos de los pueblos más impresionantes de la Costa Azul y de Francia.
Situado en lo alto de un risco y al borde de un acantilado merece mucho la pena perderse por sus calles empedradas llenas de galerías de arte y de turistas. Está situado entre Niza y Mónaco.
Se llega desde Niza por una tortuosa carretera. Es mejor ir a primera o última hora, ya que si vamos a lo largo del día aparcar será misión imposible. Hay un par de aparcamientos de pago muy pequeños (en uno de ellos la primera media hora es gratis) pero tenemos que contar con el factor suerte de que se vaya algún coche para poder dejar el nuestro.
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Os dejamos un pequeño fotoreportaje para que os hagáis una idea y lo pongáis en vuestra lista de pendientes si no lo habéis visitado aún.
AA y JC