Ruta Cola de Caballo (P.N. Ordesa y Monte Perdido, Huesca)

Como ya os escribimos en la entrada del Pirineo Aragonés, estas Navidades pasamos unos días en la zona de Ordesa y Monte Perdido. Reservamos un día para hacer la más famosa de las rutas del Parque Nacional: la subida a la cascada de Cola de Caballo.

La ruta de ida y vuelta son un total de 18 km, con desnivel tendido hacia arriba a la ida que hacen un acumulado de subida de 400 m (de 1300 m a 1700 m de altitud). Se trata de una ruta sencilla en cuanto al tipo de sendero y no tiene pérdida ninguna, dado que es muy transitada y el camino muy ancho.

Para empezar la ruta, hay que llegar hasta el parking de la pradera de Ordesa, pasando el pueblo de Torla. Para los que vayáis en verano y temporada alta, cierran la carretera para acceder a este parking y es obligatorio coger un autobús que te acercará. El resto del año no hay problema para acceder. En el propio pueblo de Torla (imprescindible darse un paseo por sus calles) está el centro de visitantes donde te pueden informar de esta ruta así como de otras además de tener un centro de interpretación de Ordesa y Monte perdido. En nuestro caso, el chico que estaba atendiendo ese día fue muy amable y nos informó del hielo que había a lo largo de la ruta. Ahí es donde empezó nuestra «problemática» ese día.

En concreto, nos comentó que había un par de zonas hacia el final de la ruta donde había hielo y que era aconsejable el uso de bastones para evitar resbalones y posibles caídas. Nosotros no disponíamos de ellos, así que decidimos seguir adelante y llegar hasta donde pudiésemos y si era necesario nos daríamos la vuelta.

Nos montamos de nuevo en el coche y subimos hasta el parking. Preparamos las mochilas con algo de comer y los abrigos «gordos» para no pasar frío. La verdad que en ese primer momento no hacía muy malo, algo nublado y un poco de frío pero nada que una caminata no pudiera arreglar. Con nuestros bártulos y con la información que nos habían dado en la oficina de información empezamos nuestra subida hacia la Cola de Caballo.

Aquí podéis ver lo maravilloso de esta ruta:

Al poco de salir, comenzaron a caer unos pocos de nieve que incluso nos hizo sonreir y decir «mira que chulo, está nevando». Pero la cosa no se quedó ahí, empezó a caer nieve bastante más fuerte. Además cuando llegamos a la zona que nos habían advertido que había hielo, efectivamente, el camino se hacía peligroso y había que pisar con cuidado. De este modo, Aa decidió dar la vuelta y Jc continuar él solo (lo de él solo es un decir, porque aunque no hacía un día bueno, había mucha gente haciendo la ruta) hasta la Cola de Caballo y recoger a Aa a la vuelta.

El viaje mereció la pena, porque las vistas que hay de la cascada son impresionantes:

La vuelta se nos hizo larga, nevaba mucho, llevábamos cinco horas andando y casi no habíamos comido nada por no estar más tiempo bajo la nieve. Pero nos gustó mucho y seguro que en primavera con el deshielo tiene que ser impresionante hacer esta ruta para ver todo el río lleno de agua.

Un abrazo.

Aa y Jc