Aprovechando que va llegando el fresquito y nos deja el calor sofocante hoy os contamos una escapada que recordamos con mucho cariño, cuando estuvimos en los Alpes italianos, allá en la Semana Santa del año 2013. En esta ocasión nos acompañaron Ana y Juana durante 5 días de viaje disfrutando de los paisajes nevados.
Esta fue la ruta que hicimos: Guía Italia Lonely Planet
Día 1
– Vuelo Madrid – Milán
– Bérgamo
– Noche en Selvino (Harmony Suite Hotel)
Día 2
– Bressanone
– Sonnenburg – Castelbadia
– P.N. Dolomitas
– Cortina D´Ampezo
– Noche en Bressanone (Residencia Europa)
Día 3
– Trafoi
– Castelbello
– Merano
– Bolzano
– Siusi
– Castelrotto
– Ortisei
– Noche en Bressanone
Día 4
– Trento- Milán
– Noche en Milán (Hotel Idea Milano San Siro)
Día 5
– Vuelo Milán – Madrid
Día 1
Salimos de Madrid por la mañana rumbo a Milán, donde alquilamos un coche y nos dirigimos a recorres parte de los Alpes italianos. Nuestra primera parada fue Bérgamo, una ciudad preciosa que no se aprecia en las fotografías y que bien merece visitar.
Esa noche la pasamos en Selvino, un pueblo perteneciente a Bérgamo que se sitúa al final de una carretera sinuosa y, cuando fuimos nosotros, llena de pinos nevados, un enclave perfecto en invierno. Dormimos en el Harmony Suite Hotel, sin duda uno de los mejores en los que hemos estado.
Día 2
Ruta día 2
Tras el madrugón nos dirigimos hacia el norte, ya que íbamos a pasar dos noches en Bressanone, una ciudad con mucho encanto. Dejamos las maletas en la Residencia Europa y nos pusimos en marcha para ver los encantos de los Alpes, en concreto en Parque Nacional de los Dolomitas.
Nuestra primera parada fue en Sonnenburg – Castelbadia. Aquí los pueblos tienen dos nombres, el alemán y el italiano, ya que se encuentran muy cerca de la frontera con Austria y hablan un dialecto.
Y de aquí nos adentramos en el Parque de los Dolomitas, patrimonio de la humanidad desde 2009. No sabemos cómo será el paisaje en sin nieve, pero con nieve es uno de los lugares que más nos ha gustado, mires donde mires te asombras.
Y el camino hacia Cortina D´ampezo no se queda corto, donde podrás encontrar cementerio de la II Guerra Mundial, cascadas (algunas heladas) y paisajes cubiertos de nieve. Sin duda, un entorno precioso.
Día 3
El tercer día de estar por allí se presentaba con más nieve aún. El primer punto al que fuimos fue al más lejano, hasta Trafoi, ya que desde allí sale un carretera que llega hasta Bormio y dicen que es una de las carreteras de montaña más bonitas. Por desgracia la carretera estaba cortada ya que la nieve invadía con creces la calzada y tuvimos que dar la vuelta.
En esa misma carretera pasareis por Castelbello, que tiene un castillo que no pudimos visitar (era privado) y también pasaréis por la curiosa fábrica de la cervecería Forst, con varios puentes que cruzan la carretera.
Nuestra siguiente parada fue Bolzano, ciudad fundada en la Edad Media y con interesante centro de estilo tirolés. Como anécdota deciros que la ciudad italiana que registra las temperaturas más altas en verano.
De vuelta a Bressanone pasamos por pueblos como Siusi, pero lo que más merece la pena son los paisajes que encontraréis por las carreteras nevadas, incluso en algún momento llegó a nevar tanto que creíamos que no podríamos continuar.
Día 4
El viaje comenzaba a llegar a su fin y nos dirgíamos hacia Milán, donde dormiríamos la última noche y al día siguiente saldría nuestro vuelo con destino Madrid.
Paramos en la histórica ciudad de Trento, seguramente la conozcáis porque aquí se reunió el «Concilio de Trento» entre 1545 y 1563, con el objetivo de frenar la corriente del protestantismo. Sin duda su centro histórico refleja con grandeza toda la historia que lleva a sus espaldas.
Y por último llegamos a Milán. Dejamos las mochilas en el hotel, en esta ocasión elegimos el Hotel Idea Milano San Siro, y nos fuimos a visitar la ciudad. No se puede entrar en el centro en coche, ya que está restringido, por lo que la mejor opción es dejarlo a las afueras y tomar el metro para llegar hasta el corazón de Milán y su plaza con el Duomo.
Como era Semana Santa los horarios para visitar el Duomo eran restringidos y nos quedamos con la espinita de poder subir al tejado del mismo. Aún así pudimos dar un paseo por su centro histórico.
Aún con no haber podido visitar el Duomo nos encantó este viaje con unos paisajes increíbles que os recomendamos visitar en invierno, eso sí, con un buen par de botas y un buen abrigo.
¡Un abrazo!
AA y JC